En el Cercano Oriente, brillando en los éteres pulsantes sobre la Tierra Santa, se encuentra ubicado el Templo
de la Resurrección.
El Templo de la Resurrección es de diseño circular.
Los Patios, como grandes corredores cilíndricos rodean el
Salón Central de la Llama donde se encuentra focalizado
el Corazón del Fuego Sagrado de la Resurrección.
El grado de Maestría y Luz logrado por cada Hermano
y Hermana que pertenecen a este Templo determina a qué
distancia ellos pueden acercarse al Santuario Central, el
Santo de los Santos, debido a que el Poder de esta Llama
es tal que solamente Seres Ascendidos pueden pararse
ante Su Presencia. Sin embargo, muchos chelas ocupan las
Cámaras externas, y gradualmente, a través de la proximidad y a través de la aplicación individual, se preparan para
acercarse más y más al Corazón Central donde la Llama
mora y se encuentra focalizada.
Desde el Corazón del Templo donde el Fuego Blanco
de la Llama de la Resurrección pulsa como un gran Lirio
Blanco, los Angeles Devas y las Huestes de Querubines y
Serafines de la Resurrección están absorbiendo constantemente Su Sustancia hacia dentro de Ellos Mismos, y luego
salen afuera bajo la dirección de los Maestros quienes están
encargados de la dirección de los Rayos de Luz.
Cada uno de los Corredores Circulares recibe de la
Radiación de la Llama, misericordiosamente reducida para
que Su Luz y Esencia puedan ser absorbidas y dirigidas por
los Seres quienes sirven dentro de esa esfera de actividad.
En cada Corredor un Maestro de Sabiduría instruye un grupo
de estudiantes quienes están ocupados en el servicio de
aprender cómo atraer esta Llama, para luego proyectarla
hacia un objetivo dado, manteniendo el rayo de su atención
como un canal y guía a lo largo del cual fluya la Luz
a las iglesias, santuarios, hospitales, hogares y corazones
humanos.
Uno de los Corredores está dedicado completamente
a dirigir la Llama de la Resurrección hacia dentro del Reino Etérico y a través de los cuerpos etéricos de aquellos
quienes la han pedido, a través de su propia Llama del
Corazón, para la purificación de sus propios “récords” etéricos.
Los Hermanos y las Hermanas que dirigen la Llama
en Su Vibración Etérica son sensibles instantáneamente a
las llamadas de los chelas conscientes para la disolución
y la purificación de los “récords” etéricos en las naciones,
continentes, viejos castillos y lugares donde grandes males
e injusticias se han cometido contra la Vida.
En otro Salón Circular, los Hermanos y las Hermanas dirigen la Llama, con la asistencia del Maestro quien los guía y la cooperación voluntaria de la Hueste Angélica, dentro de los reinos astral y psíquico, prestando una
tremenda asistencia disolviendo las acumulaciones de la
masa de la discordia que se manifiesta como enfermedades
de la mente y del cuerpo.
Desde este Salón, también, son dirigidos los Rayos
en respuestas a las llamadas y oraciones por los llamados
muertos, y el poder purificador de estos Rayos hace mucho
para asistir a los espíritus atados a la tierra a elevarse hasta
las Octavas de Luz y entrar en los Salones de la Escuela
de esfuerzos Espirituales que les hará capaces de regresar
en cuerpos de mayor pureza y luz, y así adelantar más
rápidamente en el logro de su Plan Divino.
Desde otro de estos grandes Salones Circulares, los
Hermanos y las Hermanas dirigen la Llama a través del vasto
océano del Reino Emocional y a través de los Mundos del
Deseo de aquellos quienes desean elevarse sobre las pasiones de los sentidos, sublimando la lujuria del ser externo
y reemplazándola con “el anhelo y la sed de rectitud”.
Aún desde otro Salón, los Directores de los Rayos
de Luz vierten la Llama dentro de la acción vibratoria de
los cuerpos mentales de la raza y a través de la tremenda
acumulación de los pensamientos formas que llenan la
atmósfera, las cuales ellos mismos golpean a los cuerpos
mentales de la gente, bloqueándoles así las direcciones
Divinas del Ser Superior Individual.
En la parte externa del Patio del Templo se encuentran los Hermanos y Hermanas quienes dirigen la Llama a
través de la estructura física de aquellos quienes desean
cuerpos que absolutamente no recuerden enfermedad.
Desde este Patio, también, los Devas de la Naturaleza y
los Constructores de la Forma Elemental, bajo la dirección
del Maha Chohan, supervisan la dirección de las corrientes rítmicas de la Llama de la Resurrección que fijan las
estaciones de crecimiento y cosecha.
Entren al Templo de la Resurrección por lo menos
una vez cada veinticuatro horas; báñense en Su Llama;
practiquen el uso del Poder de la Resurrección que está
dentro de su propia vida para restaurarles a la perfección
del Ser que conocieron con el Padre antes que el mundo
fuera. Esta es la invitación de la Hueste Ascendida a toda
la humanidad durante esta Santa Estación de la Semana
Santa. ACÉPTENLA. ÚSENLA. . . Sientan el Poder de la
Resurrección de la Divinidad moverse a la acción, y luego permítanle fluir a través de sus vehículos internos, su
cuerpo físico, su aura, y dentro del mundo que en el presente habitan. Así llegarán a ser un Templo Viviente de la
Resurrección dentro de ustedes mismos.
El Templo de la Resurrección
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