La Conciencia Exteriorizada

Como se ha dicho una y otra vez – la conciencia exteriorizada se convierte
en forma. Toda materialización, todos los objetos físicos, toda materia tridimensional,
es sólo conciencia exteriorizada de un tipo u otro, y su naturaleza
y forma son dependientes de alguna causa establecida dentro de algún foco de
conciencia a través de todo el Universo.
No existe forma exteriorizada que alguna vez haya entrado a la existencia,
o que alguna vez haya sido sostenida siquiera por un instante del tiempo
mortal, que no sea un efecto de una causa invisible. Ustedes entenderán entonces
que ampliar la conciencia de alguien e incrementar sus capacidades para entretener
y crear diseños que sean agradables y benéficos para la Vida debería convertirse
en el punto primordial del ser de alguien.
Como la conciencia no puede remontarse más allá de eso de lo que está
consciente dentro su estado despierto, debe haber algún medio provisto mediante
el cual la Vida superior pueda ser presentada ante el ser intelectual para la
asimilación a actividad natural de levitación que está dentro de la conciencia no
puede ser una parte útil del desarrollo de la Naturaleza Espiritual hasta que la
conciencia llegue a estar consciente de las Esferas y Reinos al cual ésta pueda
aspirar. Por ejemplo, un hombre debe saber que existe una Roma antes de que él
pueda viajar allí, o aún inteligentemente planear tal viaje.
Por lo tanto, ustedes entenderán que cuando toman la conciencia de la
raza humana individualmente o en masa, aunque exista dentro de esa conciencia
la capacidad para elevarse hacia las Esferas y Reinos que el cuerpo físico
mismo nunca conocerá, la Jerarquía debe encontrar un medio y forma para dar
al ser intelectual un entendimiento de la realidad y presencia de estas Esferas.
Entonces el interés y deseo natural dentro del ser elevará la conciencia, irregularmente
al principio, a tales Esferas donde tomará lugar gran iluminación,
gran paz y gran expansión de la naturaleza interna.
Amor y Bendiciones
El Espíritu Santo Cósmico