La Palabra, marzo 1980
En la parte sur de Francia, a las orillas del río Rhone
que fluye serenamente a través de las verdes colinas y valles
de la rica campiña, está el Castillo del Corazón (antes
conocido como el Castillo de la Libertad) que ahora es el
Hogar de la Amada Señora Rowena, Chohan del Tercer Rayo,
y Complemento Divino del Poderoso Victoria. Es uno de los
más bellos focos de los Maestros Ascendidos en el Planeta
Tierra hoy día, porque su Jerarca de ahora es el Exponente
del Amor Divino, de la Belleza, de la Dignidad y de la Perfección
Maestra Ascendida a través de todas las expresiones
de la Vida.
La belleza natural del campo profusamente florido realza
la gracia de los edificios, enmarcados en lo más bello
de las escenas naturales. Al verlo cuidadosamente, se nota
que todo acerca de este magnífico Castillo está expresado
en la Trinidad, denotando el Tercer Rayo en el cual nuestra
Amada Señora Rowena sirve en el presente. La Magnífica
entrada bordeada por árboles tiene tres filas de árboles altos
en cada lado. Hay tres series de escalones de mármol
que llevan a la puerta de este magnífico edificio, entre cada
juego hay un gran césped, en el centro del cual funciona una
bella fuente. El sonido musical del agua que se eleva de las
fuentes de mármol se mezcla con el canto de los pájaros y
el sol cálido desenvuelve los pétalos de los lirios del agua,
iluminando las plumas multicolores de los muchos pájaros
que encuentran un santuario seguro en el ambiente pacífico
de este bello Hogar del Director del Tercer Rayo. El edificio
Mismo está construido en tres pisos. Detrás del “Castillo”
hay magníficos jardines en tres niveles. Alrededor de los
jardines hay columnas de mármol engalanadas con rosas
de cada variedad conocida; y las más exquisitas estatuas
representativas del máximo de la cultura de cada edad, demuestran
las muchas lecciones Divinas para ser aprendidas
por los sabios, además que inmortalizan la expresión vital
de los grandes hombres y mujeres de civilizaciones que se
han elevado a grandes alturas, solamente para ser devoradas
nuevamente en el velo de maya, dejando solamente algunos
tesoros de arte o leyendas como testigos de su gloria pasajera.
En estos jardines, se pasan muchas veladas oyendo bella
música, y aunque son pocos los privilegiados en asistir en sus
cuerpos físicos, muchos oyen la música celestial llevada en
el suave, dulce aire, perfumado por las variadas flores, que
llevan estos regalos de AMOR a la gente de Francia, Europa
y luego a toda la humanidad…