(Del Libro Amistad con los Dioses Parte 2, pags. 169/170, El Puente 1978)
“YO SOY” Oromasis, un Príncipe del Elemento Flameante, y les hablo esta noche porque Amo muy profunda y agradecidamente al Maestro Ascendido Saint Germain….
Cuan agradecidos estamos desde la Octava Superior de la Luz, Quienes estamos bajo la dirección de los Maestros Ascendidos, de encontrar aquellos de la Tierra llegando a un punto en la conciencia y reconocimiento de su Poderosa Presencia “YO SOY” donde ellos ven, entienden y sienten la necesidad de la llamada a los Maestros Ascendidos, a Legiones de la Luz y a la Gran Hueste Angélica, que diri-gen los Maestros Ascendidos. Como Príncipe del Elemento Flameante, también estoy bajo la dirección de los Maestros Ascendidos y a su llamada he venido. Nuevamente esta noche a su segunda llamada, respondí y conduciré las Poderosas Legiones de Angeles del Relámpago Azul a través de la atmós-fera de la Tierra, para limpiar, purificar y dar la asistencia a la humanidad que los miles de estudiantes dentro de la forma humana están pidiendo y demandando hoy.
Nuestra gratitud es sin limites que ustedes, hijos de la Tierra, finalmente han llegado a darse cuenta de este gran requerimiento – a través de la asistencia de ese Grande y Poderoso Ser, Saint Germain – y han comenzado hacer sus demandas por la liberación, no sólo de la energía desde su propia Poderosa Presencia “YO SOY”, sino del flujo de esos Grandes Seres, Quienes han pasado desde la experiencia humana hacia la Liberación del Ser Ascendido. Habiendo pasado por todo lo que ustedes, como seres en forma humana experimentan, Ellos son completamente capaces de tener la Autoridad, de tener la experiencia, de tener la Libertad mediante la cual Ellos pueden dirigirles y señalarles el ca-mino, si se lo permiten hacerlo.
La gloria de tal logro es trascendente y habiendo llegado a un punto de sentimiento de la necesidad de ésto, ustedes realmente están haciéndose un Sol de Luz resplandeciente donde quiera que se mueven, para que Su Radiación pueda fluir afuera para curar, bendecir y hacer prosperar a aquellos que contacten, aunque ellos puede que todavía no entien-dan el “YO SOY” o nada de la enseñanza. Así es como, al moverse entre la humanidad, sintiendo e inundando fuera la Gloria y Radiación de la Presencia, bendicen realmente extraordinariamente a todo con lo que entren en contacto. Ese es un privilegio trascendente para todos e imposible en la historia de la humanidad, excepto para aquellos quienes entienden y aceptan la intensificación de la Radiación de su Poderosa Presencia “YO SOY”.