Esta es una Verdad y es la única explicación lógica de muchas aparentes injusticias que vemos.Cuando tú ves personas buenas, constructivas atravesando situaciones difíciles, mientras que otras llamadas “malas” parecen estar gozando de todas las cosas buenas de la vida, puedes estar seguro que no se trata de ningún error, sino que cada uno está afrontando los efectos de causas anteriores que los unos y los otros provocaron en alguna vida, en un pasado del cual no tienen recuerdo. La forma como ellos reaccionen a la serie de circunstancias presentes determinará lo que les va a ocurrir en el futuro. Si ellos son capaces de balancear o equilibrar su deuda por medio del deseo interior de rendirle un servicio al otro individuo, disolverán los resentimientos y quedarán libres de la deuda; pero si no son capaces, la Vida los reunirá de nuevo en asociación más y más cercana, hasta que sea cumplida la deuda.La mayoría de las personas se acerca por el único motivo de cancelar estas “deudas” olvidadas del pasado. Cuando ha habido una atracción de amor y armonía entre individuos, es seguro que tuvieron asociación armoniosa anteriormente, y fueron capaces de difundir esa tan necesitada cualidad en el mundo. Pero cuando hay un sentimiento de resistencia, de “ponerse en guardia” cuando se conoce a una persona, es que los sentimientos recuerdan asociaciones del pasado, discordantes y desagradables. Dios es un Dios de Amor, un Dios Bueno y jamás enviaría a una parte de sus hijos al mundo poseyendo amor, dicha, belleza, dinero y todas las cosas buenas en una parte y a otra parte, a los enfermos y llenos de cosas sórdidas. Aún los padres buenos en la tierra no establecen diferencias entre sus hijos. ¡Cuánto menos lo hará Dios!.La acumulación de desastres en el mundo de cada individuo ha venido ocurriendo por millones de años, y si no hubiese una forma de mitigar las causas destructivas creadas por cada uno la cosecha sería insoportable. Afortunadamente todo aquel que encuentra al Instrumento Divino del que ahora ha sido provisto. Es reconfortante saber la verdad de que “El Perdón de Dios”, por el mal uso de su energía, está siempre al alcance de todo el que realmente lo desee. Aquella “condena eterna”, que fue enseñada para controlar al ser humano por medio del temor, la superstición y la obediencia ciega: NO ES LA VERDAD.Cualquiera que sea el pecado (o error pasado), cualesquiera que sean las causas de impureza o imperfección, hay una manera consciente de transmutarlas, por medio del uso diario de la Llama Violeta de la Misericordia y el Perdón.Cuando el humano por fin se da cuenta de que él mismo es causante de sus limitaciones y de las duras circunstancias de su vida, sí en verdad y sinceramente desea “arreglar sus cuentas”, toda ayuda le será dada. Hasta que no llega a este punto, se siente en rebeldía contra Dios y las circunstancias, o sometido y resignado a lo que él cree ser la Voluntad de Dios, que por supuesto no lo es.
La Gran Hermandad Blanca