“A cada uno de Mis chelas, buscando tan seriamente contacto con los
Maestros afuera, sugiero que, a través de la meditación, vuelque sus pensamientos
hacia dentro y se familiarice ahora con la Presencia Divina, la Sagrada Llama
Crística dentro de su propio corazón físico.
A medida que las puertas del Templo Interno se abren de par en par y él entra
dentro de ese Santuario Sagrado, en donde no hay necesidad de palabras, él se
encuentra sumergido en un Mar de Iluminación, y se baña – regocijándose en Su Luz
refulgente. Su alma y Espíritu se saturan, cuando, dentro de la Paz de este Gran
Silencio, él discierne la Diosa de la Verdad, Quien retira el velo de Isis, y allí, se le
revela la Verdad Maestra Ascendida dentro.
Este gran Silencio Crístico es el invitado invisible dentro de cada corazón.
Pulsando con los Poderes de la Deidad, este Cristo Maestro se para silenciosamente
esperando la invitación del ser externo para aparecer y asumir las funciones del
Templo. En las palabras de San Juan, permítase que cada chela diga, sienta y
acepte que ya no es el Bebé del Cristo sino la Presencia Maestra, crecida a la
estatura completa.
Sepan, luego, amados que ustedes pueden echar atrás la piedra del sepulcro
y sentir esta Presencia “YO SOY”, a su llamada, como un río liberado moviéndose
hacia adelante hacia cada átomo, célula, nervio y fibra de su ser, estallando dentro
del cuerpo carnal, despedazando los lazos del error humano, disolviendo dentro del
aire sutil las capas carnales como las han conocido, y parándose revelado con Amor
y Verdad – el Cristo Triunfante.
A esta Presencia “YO SOY” Guiadora solamente pertenece toda gloria, toda
obediencia, todo amor y todo servicio sobre la Tierra.
No teman asirse a la Verdad como se escribe aquí y úsenla como una clave
para el Templo Dentro.”
El Maha Chohan