El retiro de la Paz Cósmica y la Opulencia

En el lecho del Océano Pacífico descansa el una vez
continente majestuoso de Mu. Sólo sus picos montañosos
más altos de vez en cuando surgen por encima del agua,
formando las islas tropicales de las cadenas del Pacífico
Sur. Una de estas islas es el Santuario y Foco Espiritual de
un Gran Ser Cósmico cuyo servicio
a la Tierra y su gente se extiende hacia atrás a los tiempos no registrados, en
que Mu acunaba a la Tercera Raza Raíz y a los Precursores
de la Cuarta Raza Raíz bajo la guía y dirección del Maestro
Himalaya, el Manú del Cuarto Ciclo Evolucionarlo.
La Hermandad de Suva ha dedicado Sus Energías de
Vida a la expansión y dirección del Poder y Presencia del Puro
Amor Divino. Ellos son conocidos como un Grupo Protector
de Individuos Conscientemente Dedicados, y muchas almas
buenas quienes han desaparecido en la inmensidad del
Océano Pacífico han sido rescatadas por esta Hermandad
y están siendo preparadas desde dentro de este Santuario
para servicio en la Nueva Era.
Olas extremadamente altas hacen la Isla invisible,
excepto cuando los Seres Inteligentes quienes moran
sobre ésta escogen abrir las puertas de Su Hogar para un
servicio específico. Muchos son los cuentos narrados por
los hombres en el mar quienes – en grandes crisis y grave
peligro – han visto aparecer repentinamente
delante de ellos una “Isla Mística” ofreciendo seguridad y protección de los
elementos que parecían dispuestos a destruirlos a ellos y
a sus embarcaciones.
Cuando el continente de Mu hubo alcanzado el Ápice
de sus Poderes, los Líderes Espirituales de esa época
focalizaron y sostuvieron las corrientes espirituales en
puntos específicos sobre
su superficie terrena. El Líder de estos Sacerdotes era un individuo
de gran Luz y Poder, y Su Templo estaba localizado sobre la montaña que hoy forma
la Isla de la Hermandad de Suva. El Mismo es conocido
como el Ser Surya.
En apariencia la Isla Mística no es diferente a
ninguna de las hermosas islas tropicales de la Cadena Fiji
o Hawaiana. Cuando los mares montañosos que forman
un aro impenetrable alrededor de ésta se aquietan a
través de la voluntad dirigida de la Hermandad, ésta yace
como una joya verde y fresca, con las blancas arenas de
sus playas apartándose del profundo azul celeste de los
mares circundantes. El verdor y follaje frondoso tropical
es enfatizado por la simetría de las montañas claramente
definidas que se extienden, como dedos señalando hacia al
Dios Sol de los Cielos.
Las habitaciones de los Hermanos son simples en
extremo mezclándose con la belleza natural de la presencia
tranquila de la isla. Toda la atmósfera es una de paz extrema,
y las tensiones y rivalidades que parecen tan importantes
para la mente del mundo externo se aquietan aún delante
del visitante que pone sus pies sobre la propia ribera.
Entrar al aura y atmósfera de Suva es encontrarse
uno mismo cercenado, temporalmente, de la atracción de
los sentidos, y morar por un momento dentro de esa auto
comunión y contemplación requisito para la auto maestría
y logro sobre el sendero espiritual.
La radiación de la Isla Mística es un poder concentrado
de Amor, Paz, Tranquilidad y Opulencia, y la humanidad
de la Tierra quienes dirigen su conciencia y atención hacia
este Retiro y al Gran Ser Cósmico Surya, en este momento,
sentirán un efecto de quietud extraordinaria en sus cuerpos
internos, que también será absorbido dentro de sus cuerpos
físicos, si ellos son capaces de aceptar su presencia palpable
activa dentro de ellos.

Describir el Retiro de Suva en el lenguaje de la palabra
hablada no es tarea fácil, porque éste sobrepasa todo lo
que hayan leído en “La Mil y Unas Noches”. El Templo está
situado en una tremenda caverna, bajo una gran montaña,
la parte externa de la cual la cubre. Nadie sabe donde está
la entrada sólo los chelas serios, dispuestos y de mérito
son guiados hasta ésta y no tienen dificultad en entrar,
después que los Protectores Espirituales examinan a cada
chela cuidadosamente.
Una vez que entran al Templo ven un Palacio de Cristal,
ubicado en lo que parece ser un vasto mar cristalino, y desde
el cual emana la Luz con los siete colores del arcoiris. Tan
pronto como entran a la montaña, tienen la sensación de
que están caminando sobre el agua, hasta que llegan a las
escaleras anchas que rodean todo el Palacio. Estas escaleras
circulares están hechas de cristal transparente y debajo ven
cascadas de torrentes de agua multi-coloreada. Las escaleras
circulares alrededor de todo el Palacio tienen cuarenta y
nueve escalones. El Palacio tiene siete pórticos o porches
que dan entrada hacia los Siete Salones de Aprendizaje. El
Pórtico principal a través del cual tienen que entrar para
encontrarse con el Amado Surya está proa al Oriente.
Cuando llegan a su punto de destino se encuentran
por fuera con dos Guardianes, un Caballero y una Dama, con
siete pies completos de alto. Ellos tienen un glorioso aspecto
Oriental con caras casi cuadradas bien proporcionadas, con
ojos azules. Ellos están con la cabeza descubierta con largos cabellos coloreado castaño. El
Caballero muestra Su cabello hasta Sus hombros, la Dama
hacia abajo hasta Sus pies. Ambos están vestidos con túnicas
blancas, emitiendo un matiz opalescente.
Después que ellos den la señal para que ustedes puedan
seguir su curso tienen que subir siete escalones más de
cristal, bajo el cual continúan viendo los torrentes de agua
multi-coloreada. Ahora se encuentran delante de una gran
puerta de cristal, que se abre automáticamente a su presencia,
sobre la cual ven un gran círculo sobre una cruz, como el
símbolo de este Retiro Maestro
Ascendido. No tienen que preguntar su significado. Ustedes intuitivamente conocen
su significado, “AQUÍ LA ESPIRITUALIDAD GOBIERNA LA
MATERIALIDAD”.
Una vez que entran al gran salón de cristal redondo ven
sobre un Trono alto la Figura Majestuosa del Señor Surya,
sentándose en una silla dorada. El delgado de forma, aunque
tiene siete de pies de alto. Su aspecto y características
son parecidas a las de los dos Guardianes a la entrada del
Templo, pero más refinado.
El tiene una barba bien arreglada al estilo del Maestro Ascendido
Saint Germain. Sus ojos son púrpura en color, y Su cabello
cayendo en sus hombros es dorado. El está ataviado con vestimentas blanco puro y no
lleva puesta joyas.
Cuando llegue su turno de tener la oportunidad de
encontrarse con el Señor Surya cara a cara, se inclinan en
reverencia y cuando levanten su cabeza Sus ojos amorosos
se encuentran con los suyos. Él sonríe, hace la señal del
Círculo encima de la Cruz y extiende Su mano a ustedes.
Cuando Él les ofrezca Su mano, se sentirán electrificados,
como si estuvieran sentándose sobre el acelerador atómico
del Amado Maestro Ascendido Saint Germain.
Cuando Él les mira con Sus grandes ojos púrpura,
saben y sienten que un rayo poderoso de Luz ha pasado a
través de sus cuerpos físico e interno. Esto es cierto, de
seguro. Acéptenlo.
Cuando su salutación y Su Saludo finalizan, Él
pronuncia una corta palabra en un lenguaje desconocido
actualmente, pero ustedes parecen entenderlo. ¡Ustedes
saben lo que significa, “LA PAZ SEA CONTIGO!
¡Prepárense, gentiles lectores para su estadía nocturna
en el Templo de la Paz del Señor Surya; y si son constantes
y están alertas verán al final de este período de treinta
días que serán un hombre o mujer diferente, lleno de paz
duradera, mayor entendimiento
y Equilibrio dado Divino!

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