Para aquellos de Nosotros Quienes vivimos dentro del Aura confortadora del
Gran Maha Chohan; Quienes hemos absorbido Su Luz; Quienes hemos sido una parte
de Su Amor; y Quienes Nos hemos convertido, a través de la proximidad a Su
Presencia, en Centros Radiantes de uno de los Siete Regalos – todos los cuales
encarna en Su propio Corazón resplandeciente – ha sido una oportunidad muy apreciada.
Para aquellos de ustedes quienes han contemplado, aún intelectualmente,
los regalos del Espíritu Santo, deben haber llegado a una realización de la
magnificencia de un Ser Quien es la maestría y control desarrollado completo de
todas estas cualidades. Aquellos de Nosotros a Quienes se Nos da la oportunidad
de la calificación la energía según el patrón del Gran Espíritu Santo y creando una
pulsación rítmica de siquiera uno de estos regalos, sabemos muy bien la cantidad
de maestría que se requiere para convertirse en un centro radiante para todas esas
virtudes a fin de suplir la demanda de la humanidad encarnada, además la de todo
el Reino Maestro Ascendido, de tanto de esa virtud como cualquier vida la invoque
para usarla para él mismo.
¿Han pensado – cuando demandan Pureza o cuando demandan Paz – que si
algún ser no hubiera escogido calificar la vida prima con el regalo que piden, no
habría fuente de pureza, paz, curación o perdón ya consagrado? Algunas
inteligencias aún al igual que ustedes mismos, enfrentando la Fuente de toda vida,
han tomado la vida prima y a través del uso del libre albedrío, han pasado la
energía del sentimiento a través de ésta y creado de ese modo los focos de estos
grandes regalos Cósmicos. Luego después que Ellos habían creado estos grandes
focos, estos Seres se han parado en guardia sobre esa energía de vida calificada,
sosteniéndola e incrementándola con cada latido de corazón hasta la hora en que
debiera ser invitada al mundo de los hombres. Luego un rayo desde esa Presencia
Cósmica y desde esa aura lleva la virtud a cualquier foco que se le llame.
Toquen el borde de la vestidura del Espíritu Santo, ustedes quienes
necesitan confort. Inviten un rayo desde Su Gran Corazón Cósmico, y permitan que
las energías de su mundo encarne la magnificencia que Él ha acumulado desde el
Sol. Mucho antes de que llamen El ha respondido y construido ese confort para el
día en que lo requirieran. Dentro de ese confort están esos regalos de dominio sobre
sí mismo, de fortaleza, de humildad, reverencia y piedad. Dentro de ese confort
están todas esas cantidades de ramificaciones de la Naturaleza Divina de la
Divinidad.
EL AMADO KUTHUMI