Wesak

   En la noche de la Luna Llena del Mes Místico de Mayo, peregrinos por toda el Asia, particularmente, y algunos pocos buscadores espirituales de otras partes del mundo, se congregan para recibir las Bendiciones y Regalos del Cielo del Amado Señor Gautama Buda  cuya visitación anual ha traído de la sustancia espiritual y de los Éteres Divino sutiles desde los Reinos Más Altos hacia dentro de la atmósfera de la Tierra, donde pueda ser asimilada por la
conciencia de la raza humana evolucionando.
En la terminación de Su Gran Misión, el Señor Buda
recibió el permiso de la Ley Cósmica para retornar una
vez cada ciclo de doce meses y bendecir a la gente de la
Tierra. Los Miembros de la Gran Hermandad Blanca y los
Iluminados de la Tierra, respondiendo al poder magnético de
Su Amor, con únicamente la Luz en sus propios corazones
como el compás, inician un peregrinaje hacia el altiplano
donde la Visitación va a tomar lugar. No existe mapa, ni
guía, ni seguridad de éxito final en alcanzar la meta. Cada
hombre depende enteramente de los impulsos de su propia
Llama-Corazón y los sigue a través de las grandes áreas de
terreno sin caminos de las Montañas Tibetanas; a través
de las arenas calientes de los desiertos sin fin; a través de
las junglas y pantanos de la India, y cada uno, de acuerdo
a su habilidad para escuchar y seguir los impulsos de su
propio corazón, encuentra el éxito o falla en su viaje. Por
el peregrino afortunado lo suficiente como para entrar a
la Presencia de los Maestros, miles regresan a sus hogares
desilusionados, pero el propio hecho que ellos han hecho
el peregrinaje han bendecido sus propias corrientes de vida
acordemente y construido el ímpetu que un día será grande
lo suficiente como para garantizarles una Audiencia con
los Santos Seres.
Durante veinticuatro horas antes de la noche de la luna
llena, las carpas de los nómadas comienzan a levantarse
sobre el altiplano y los vastos grupos de seres benditos
comienzan a reunirse y a meditar y a prepararse ellos
mismos para la Visitación.
Este año, sin embargo, la Presencia del Señor Buda
será sentida y vista en Su propio Glorioso Cuerpo Maestro
Ascendido, más grande que la Luminosa Presencia Luz, que
El ha proyectado en años previos. La razón por la tremenda
Bendición que será otorgada a la gente de la Tierra es que
cuando la Diosa de la Misericordia abrió el Templo de la
Misericordia en Peking a la Gran Hermandad Blanca el 15
de febrero de 1953, y los miembros no ascendidos de la
raza humana consciente y voluntariamente ofrecieron su
propia vida y aliento para llevar la Llama de la Misericordia
alrededor del mundo, tal atracción magnética se elevó desde
la Tierra hacia el Gran Silencio que todos los Seres Quienes
habían entrado al Nirvana y al Corazón del Cristo Cósmico
fueron estimulados y respondieron a esa llamada. Entre
estos venerables Seres estaba el Señor Buda, Quien con
Ananda, siguiendo el Rayo de la llamada de Misericordia
elevándose desde los hijos de la Tierra, entraron al Templo
de la Misericordia en Sus Cuerpos Maestros Ascendidos
la noche del 21 de febrero de 1953, y lluego siguieron la
Corriente y Llama de la Misericordia alrededor del mundo.
El Señor Buda dijo que tanto como los hijos de la
Tierra en sí mismos desearan Misericordia por toda vida, El
permanecería en la atmósfera de la Tierra continuamente
durante el período de los próximos veinte años que forma
la crisis espiritual a través de la cual nuestro planeta debe
pasar exitosamente a fin de calificar para la Ascensión en
la Luz.
Este año, cuando el Señor Maitreya, llevando la Vara
de Poder desde Shamballa, aparezca en el Místico Altiplano,
y los rayos de la Luna Llena iluminen el Altar de Lotos y
Lirios y se reflejen en las vestiduras blancas de la Hermandad
y los chelas reunidos en sus cuerpos físicos o sus cuerpos
internos (como el caso pueda ser) el Señor Buda aparecerá,
junto con Ananda, y bendecirá a toda la Compañía Augusta
allí reunida con Su Presencia Maestra Ascendida Visible,
Tangible, y con Su Sentimiento de Amor de Dios y la
Naturaleza de Dios Encarnada en Su Bendito Ser.
OH, AMABLE SEÑOR BUDA! TU QUIEN AMASTE TANTO LA VIDA, QUE LA RENUNCIACIÓN DE PLACERES HUMANOS FUE NADA PARA TI! TU QUIEN TE CONVERTISTE EN ESE SER QUIEN TU ADORABAS! BENDICE A LOS HIJOS SERIOS DE LA TIERRA QUIENES ESTÁN CONGREGADOS ESTA SANTA
NOCHE PARA COMPARTIR LA DULCE ESENCIA DE ESA UNCIÓN ESPIRITUAL DESDE TU SAGRADO CORAZÓN DE AMOR!