“Ninguna corriente de vida que encarna recibe en cualquier encarnación más karma que el que su desarrollo le permitirá expiar completamente dentro de esa vida. No existe enfermedad, ni aflicción o condición que, a través de la Ley de
Justicia y Misericordia, deba ser experimentado por ninguna corriente de vida en esa encarnación, que sea mayor que la conciencia y poder desarrollado del
individuo a quien ese karma pertenece exactamente. Esta es la Ley, y pueden decirlo desde las azoteas de sus casas.
“El hombre ha dicho: ‘El Señor (Ley) prepara la espalda para la carga’. Si, hasta un grado, pero la Ley no inflige la carga de energía retornando sobre la
corriente de vida hasta que dentro de la Llama en el corazón y la capacidad en la conciencia exista el poder potencial para balancear la deuda.
“¿Donde estaría la Justicia y Misericordia si la deuda regresara más rápidamente que el poder desarrollado dentro para expiarla? Ahora bien, el poder potencial está dentro del alma para expiar cada impacto de karma que pertenece a y es asignado a cada corriente de vida pero muy, muy pocos hombres, mujeres y niños adoran la Presencia de Dios lo suficiente como para exteriorizar ese poder y hacer ese balance. Cuando lo hagan, la enfermedad y muerte, desintegración y falla cesarán de ser.
“El hombre, recibiendo de vuelta hacia dentro de él mismo el retorno de su
energía y conocimiento de que la Ley Cósmica no le cargará en ninguna vida con
más de lo que pueda manejar, se regocijará cuando le parezca tener un retorno de
una cantidad considerable de karma, que el Dios de Amor ha pensado que estaba
maduro lo suficiente como para extirpar no sólo esa cualidad de su propio mundo,
sino de la faz de la Tierra.”
Amada Kwan Yin