Dentro del corazón de las colinas bondadosamente
ondulantes de Cachemira, en el Norte de la India, el Amado
Kuthumi atraerá alrededor de El aquellos chelas y estudiantes
particularmente interesados en convertirse en Instructores
de los hombres. Aquí, bajo el domo abovedado del Cielo, los
Maestros de la Túnica Dorada abren Sus Corazones a los
pupilos quienes han respondido a la atracción magnética
del Amor Divino, y quienes escogen avivar los fuegos de los
Grandes Seres cuyo Servicio particular a la Vida es preparar
la conciencia de las corrientes de vida dedicadas a llevar
la Palabra de Dios, Su Naturaleza y Su Propósito a los hijos
de la Tierra.
Sea bajo la Luz del Sol, o bajo la bondadosa radiación de
la Luna, los Valles escogidos de Cachemira, con sus tapices
de verde esmeralda tachonados con las flores hermosas del
Oriente, las aguas azules de sus lagos, la armonía del canto
del pájaro, conducen ellos mismos a la dulzura que es la
Naturaleza encarnada del Amado Kuthumi, a medida que El
intensifica el Sentimiento y Sustancia de la Naturaleza del
Cristo Cósmico la cual es la Radiación del Amado Señor Buda
(Divino) y transmite esa Naturaleza a los aspirantes quienes
beben de cada Palabra suya, con reverencia y gratitud.
Durante todo el ciclo de veinticuatro horas, los
Hermanos de la Túnica Dorada, autorizados por el Señor
Divino, están de servicio, y desde todo el mundo llegan en
sus cuerpos internos aquellas corrientes de vida interesadas
en la educación en cualquier fase de enseñanza – secular o
religiosa – y con la Sabiduría de los Hermanos, cada uno de
tales aspirantes es colocado en un grupo donde su propio
interés particular esté siendo discutido y desarrollado
por Uno de los Seres Iluminados Quien haya Ascendido la
Escalera de Evolución sobre el mismo Rayo como el pupilo
quien llega a estar a Su cargo.
Existen círculos de figuras con túnicas amarillas
sentados alrededor de los Hombres Santos de Evolución
Oriental, otros escuchando a los Videntes y Poetas y Santos
de cada raza y clima.
Los chelas avanzados, además de Maestros, ofrecen
asistir desarrollando la conciencia de aquellos quienes
han aplicado ante el Trono de Dios por Iluminación de sus
conciencias externas respecto a la Voluntad Divina, como
se expresa a través del Segundo Rayo.
Los de la humanidad siempre son atraídos hacia el foco
central el cual ha formado la vibración de su conciencia
despierta. De ese modo, las almas de los hombres son
magnetizadas por estos Centros Espirituales, cuando el
corazón y mente y sentimientos desean muy seriamente
encontrar la verdad y entendimiento, aún mientras el
ser externo esté practicando aparentemente las tareas
mundanas de ‘hacer la vida.’ Aunque estos Instructores de
Angeles y hombres prosiguen este Curso Espiritual durante
todo el año, la intensificación del Poder Magnético del
Cristo Cósmico hará posible para muchos más visitar estos
Concilios, a medida que la atención de la Hermandad y la
humanidad sean todos atraídos hacia las Colinas y Valles
de Cachemira y hacia Sus Ilustres Guardianes durante
el período de treinta días cuando el Maestro Kuthumi se
convierta en el Anfitrión para el mundo.
El Templo de la Sabiduría de Cachemira
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