“Aún con el progreso que ustedes han hecho en la Luz, pocos se dan cuenta de la importancia de la música en el alivio de la inarmonía que ha sobrevenido a
la humanidad de esta Tierra, expresándose en toda forma de discordia.
Como afirmé en una publicación anterior, una sonata es para uno o dos instrumentos. Atestigüen el símil del ser Superior e inferior, los dos instrumentos perfectos como se creó en el principio para la expresión de los Regalos de Dios en el mundo físico, y quienes sirvieron al unísono antes de que el hombre decidiera que le gustaría experimentar independientemente – el ser inferior dirigiendo sin la Guía Superior. Sin embargo, olvidando que para una ejecución perfecta, el ser inferior debe vibrar con la Contraparte Perfecta del Dios Padre Madre, Quien
crearía sólo Perfección.
Piensen por un momento: Hasta ahora la mayoría de los chelas son
arrojados fuera de balance con la intrusión de cualquier energía discordante que
pasa por su camino, si directamente dirigida a ellos como el objetivo, o como parte
de la efluvia viniendo a un foco de Luz para transmutación. Cuando digo ‘fuera
de balance’ no Me refiero a inestabilidad mental, sino al hecho de que cuando una
o más de las vestiduras inferiores es el recipiente de una vibración que no es
parecida a la suya, la radiación resultante fluyendo desde el conjunto de
vehículos emite un tono inarmonioso. Esto es elemental pero debe ser repetido una
y otra vez hasta que la radiación armoniosa sea la emanación natural desde sus
seres.
Oh, existe tanto que puede ser logrado a través de la magnificente avenida
de la expresión musical. Ya ha sido probado, a la conciencia externa de la
humanidad, que la música es una agente armonizador, y cuando la música es
aplicada a ciertas condiciones, toma lugar una actividad de curación.
A través de la Radiación armoniosa, el Fuego Sagrado mismo puede ser
traído a la manifestación visible a través del Amor, Constancia y Radiación
dedicada de chelas devotos tales como ustedes!”
Amada Sonata