No comprenden, queridos seres, cuanto más maravilloso
es, vivir con felicidad y amabilidad entre sí y para toda la humanidad,
que permitir a cualquier cosa perturbarles o irritarles
o hacerles sentir el deseo de chismear? Oh, queridos seres, vean
la vasta diferencia. Vean que el privilegio y la gloria que está
delante de ustedes. Oh, queridos corazones, esta gran Ley de
la Vida no es un sueño vano. No es imaginación de conceptos
humanos, sino la Gloria eterna con Su magnificencia siempre
expandiéndose.
El Gran Director Divino