Bendito Lanto, Mi Instructor, Mi Amado Ser, aprendiendo
a actuar como Anfitrión aquí en los Tetones, he tenido
tan magnificente asistencia a través de la amabilidad de Tu
Personaje y la bondad, no sólo de Ti mismo sino de Sanat Kumara y los Dioses y Diosas Soles cuando Ellos vienen y toda la Jerarquía Maestra Ascendida Quienes Me tratan gentilmente. Estoy feliz de ver los salones y corredores de Nuestro Retiro llenos de gente; estoy feliz de proveer para cada uno un lugar de estudio, un lugar para reflexión y meditación; estoy feliz personalmente, de escoltar a cada
uno a la Presencia de la Llama de la Precipitación y de dar a cada uno de Ellos Mi sentimiento de Amor por Esta, por la Santidad de Esta.
Mucho antes de Mi propia Ascensión había leído, como muchos de la humanidad leen hoy, de la Lámpara de y la capacidad de frotarla y entonces asegurar
eso que uno desea. Siendo de un antecedente Oriental, Mi único deseo era DAR a la
Llama Precipitadora Mi Amor, atender el Altar, bendecirla, y justamente amarla por Ella misma. Ustedes conocen bien al Amado Lanto, que nunca pensaba pedir a esa Llama
Precipitadora actuar a través de Mí para hacerme un Poder Precipitador para el Bien en Mi Propio Mundo. Mi Amor era tan profundo por justamente el honor de amarla y protegerla.
Entonces cuando Tu, Gran Instructor, Me enseñaste que debo ser la Llama Precipitadora en acción en el mundo de la forma, completé Mi curso en el Oriente y dejé a aquellos pocos humildes diciendo que era meramente una parte de la Ley que aprendí a Tus Pies y que la mayor parte de esa
literatura es todavía guardada por el Señor Himalaya.
Ahora puedo decir contigo, que la amo en gratitud y
reverencia y puedo decir a los amados chelas, que al amarla,
y adorarla y darle su aliento y su Luz, a su vez ustedes se
CONVIERTEN en una Presencia Precipitadora de cualquier
Virtud Divina que su propia Presencia “YO SOY” y Santa
Llama Crística deseen expresar a través de ustedes. Vengan
a menudo. Permanezcan tanto tiempo como deseen y sepan
que siempre serán bienvenidos no sólo durante este período
de treinta días sino a través de todo el año entero a Nuestra
Presencia y amar Nuestra Llama, amar a Lady Portia, amar
a todos Aquellos Quienes han ayudado a sostener la Llama
de la Precipitación hasta este día.
Amado Confucio