La Verdad Divina

Amados seres:
 El proceso de bajar la Verdad desde la Conciencia Divina ha sido el Cargo
y servicio de los Mensajeros del Más Alto desde que el Universo y sus corrientes de
vida individuales entraron a la existencia.
A medida que la conciencia del alma evolucionando llega a estar lista para
absorber, darse cuenta y hacer suyo un mayor aspecto de la Verdad, el Instructor
alimenta esa Verdad hacia dentro de su Conciencia tan cuidadosamente como
el pájaro madre alimenta a su cría, y tan selectivamente.
Debido a que la conciencia de cada corriente de vida es claramenente suya,
y como existe tan vasta diferencia en la capacidad de absorber y retener la
verdad espiritual siempre-expandiéndose, el proceso selectivo es cuidadosamente
delegado a los seres espirituales quienes, con amor, permiten entrar únicamente
tanto del Ser de Dios a la conciencia expandiéndose que nutrirá pero que no hará
estallar la periferia actual del individuo…
Y de acuerdo a la digestión, absorción y crecimiento resultante del alma
tal alimentación será incrementada en sustancia y poder. Dar a un infante recien
nacido o pichón una comida que debería ser digerida solamente por un hombre o
mujer adulta resultaría en casi muerte segura y la sabiduría del Dispensador del
Conocimiento de Dios ha motivado mejorar la calidad de los instructores espirituales
para preparar la conciencia de la humanidad en su estado actual de crecimiento
y debilidad para recibir y digerir una porción de la Verdad Divina.
Es desafortunado que el apetito por las verdades espirituales en la masa
de la humanidad no haya sido estimulado más allá de la necesidad del sostenimiento
real de la Luz más pequeña del alma y la apariencia de la religión ortodoxa
ha tenido éxito únicamente manteniendo la vida y luz del alma en su bajo decaimiento
actual.
Cuando el Amado Jesús dijo – Benditos son aquellos que tienen hambre y
sed de rectitud porque ellos serán llenados – El realmente quiso decir eso por
aquellos cuyos apetitos eran fuertes y no estarían satisfechos mediante el alimento
del pichón, por el propio clamor de su hambruna del alma aún si esos Instructores
tuvieran que venir desde los Reinos invisibles llevando con Ellos la conciencia
que el buscador serio demandaba por su sed y hambre insaciable. Son estos
pocos quienes han atraído y sostenido la presencia de los Miembros de la Gran
Hermandad Blanca Quienes de lo contrario, por carencia de servicio activo, tendrían
que llevar Sus Energías a algún otro lugar.
Ustedes, a quienes tan generosamente ha sido dado de las Verdades magnificentes
se les requiere poner en acción estos Principios. Si, algunos lo hacen,
pero aquellos quienes sólo leen las lecciones son culpables del pecado de omisión.
Amor y Bendiciones
El Maha Chohan