9 de julio de 1972
Chelas de Mi Corazón:
…A través del Reino de la Conciencia llega a cada corriente de vida cada experiencia hermosa y duradera y toda manifestación que entra al Plano Tri-dimensional- Paz, Curación, Seguridad o Posesiones Físicas, etc. Cuando el individuo acepta dentro de su (él o ella) conciencia la belleza perfección presionando fuera desde la Presencia «YO SOY», ese regalo o manifestación se convierte en una parte eterna de la corriente de vida y desde dentro de la conciencia es presionado fuera o exteriorizado como una expresión física del Ser Interno. El hombre no tiene concepto de la tremenda protección que debería ser mantenida sobre su propia conciencia, particularmente con respecto a cualquier buena idea, cualquier iluminación, pensamiento o curación que se ancla con convicción dentro de él mismo- porque al mismo tiempo que permanece sin perturbar en la cuna de su conciencia, ésta debe manifestarse como una expresión perfecta en su mundo y universo. Pero si el mundo de la apariencia puede entrar a través de la puerta de la conciencia de alguien y dislocar y desarreglar la convicción o imagen interna, la manifestación externa de igual manera, sufre distorsión y disolución en proporción a la pérdida dentro de la conciencia. Ese es el por qué ha sido dicho repetidamente que las experiencias de una Naturaleza Espiritual o manifestaciones sobre las cuales la corriente de vida está trabajando no deberían ser abiertas a las mentes de los seres humanos. De esta manera, ustedes no invitan a las corrientes de fuerza que están tan aptas para perturbar o destruir la imagen interna dentro de la conciencia que forma el núcleo o idea original que, con el tiempo pasaría por el reino de pensamiento y sentimiento y se convertiría en una manifestación. 
El hombre, mujer o niño, quien experimenta con esta Ley y MANTIENE su conciencia inviolable de la intrusión verá por sí mismo (él o ella) lo que una realización interna concentrada y constante puede hacer en la transformación y mantenimiento de su mando y sus asuntos además del ser externo en la expresión más perfecta del Reino de Dios.
Amor y Bendiciones.