Seguramente la FELICIDAD es buscada por cada alma caminando el planeta Tierra, sea que reconozcan este hecho o no. Pero para ustedes, mis amados amigos, quienes saben y entienden que el Reino del Cielo es un Reino de Felicidad, es sabio para ustedes tratar de entender la diferencia entre la FELICIDAD y el placer.
El placer es un estado transitorio del ser, que a menudo entra para ocultar a su mente las responsabilidades y limitaciones, y que da un breve consuelo de la preocupación.
Esto NO es la Felicidad.
La Felicidad no se encuentra fuera de ustedes mismos, porque esta mora en el centro de su universo, esperando para irradiar a toda vida.
El placer es una ilusión de la felicidad, y es transitorio.
La Felicidad y la Alegría son Virtudes Divinas que pueden permanecer dentro de ustedes, e irradiar desde ustedes, bajo todas las tensiones aparentes de la vida. La Felicidad no depende de ninguna manera de las circunstancias externas.
La Felicidad se alcanza únicamente
mediante la autorrealización; y la
realización del ser y Dios son
UNA.
El Ser no se separa de ninguna otra parte de vida,
porque todo es UNO,
y esa UNIDAD es sostenida
mediante el poder cohesivo del
Amor Divino,
y la Música de las Esferas
es una Canción de FELICIDAD Y ALEGRIA.
Es el Edicto Divino que cada hombre entre al Estado Divino de la Felicidad y Alegría Divina, que es el propósito de cada alma encarnando sobre el Planeta Tierra.
Conozco sus lagrimas, y conozco sus risas, y se que la Semilla de la Felicidad sobre el Altar de su Corazón crecerá y se expandirá, e irradiara el vigor y la alegría de alguien que camina mano a mano con los Ángeles.
No es fácil. Sean amables y amorosos, el uno con el otro, y dejen que su Presencia gozosa eleve la acción vibratoria del planeta entero.
Como no pueden ser felices, cuando afirman: “DIOS SE REGOCIJA EN MI Y YO ME REGOCIJO EN DIOS”.
“YO SOY” UNO CON DIOS,
COMO LO ES TODA VIDA,
Y “YO SOY” LO QUE “YO SOY”.
El Morya