La cualidad de la energía que forma los vehículos del hombre
está determinada, principalmente, por la escogencia del libre
albedrío de cada individuo en el uso de esos vehículos a través
de las eras. La acción vibratoria de estos también está determinada
por cómo han sido “alimentados” por la corriente de vida a
través del largo curso de individualización. Esta “alimentación”
de los vehículos inferiores (emocional, mental, etérico y físico)
está determinada por el tipo de enseñanza que él ha aceptado;
por las asociaciones con su prójimo; por sobre lo que su atención
es permitido descansar y, generalmente, por la naturaleza de su
escogencia del libre albedrío de pensamiento, sentimiento, palabra
hablada, acciones y memoria. Muy pocas personas saben que
ellos pueden gobernar, llamando a su Presencia “YO SOY’, sus
pensamientos, sus sentimientos, su habla, sus actividades físicas
y sus memorias. Más bien, la mayor parte de la gente son usadas
por sus vehículos, en vez de usarlos a ellos como Dios intenta.
Así los vehículos de un hombre se convierten en su maestro en
vez de sus servidores.
Una vez que el hombre se da cuenta que sus poderes de
pensamiento, sentimiento, palabra hablada, acción física y memoria
pueden ser controlados conscientemente (no por la voluntad
humana sino por el Cristo dentro de él) él llega bajo la dirección
de los Hermanos del Segundo Rayo. Nuestro servicio específico
es mostrar a tal ser cómo tomar la “idea” y formarla dentro de un
copa práctica real. Esto requiere el control del cuerpo mental y su
uso en la creación de tal copa y el sostenimiento de ésta contra
las dudas, miedos, ridículos y desalientos de sí mismo y otros.
Cuando el cuerpo mental es entrenado de ese modo, asciende fuera
de la “mente de la masa’ y verdaderamente el individuo piensa. La
mayor parte de la humanidad no piensa por ellos mismos, prefiriendo
usar los pensamientos de otros ya diseñados, aceptándolos
como la realidad. Esto, aunque es la manera del hombre perezoso,
disminuye la acción vibratoria del cuerpo mental, que entonces
justamente funciona como un depositario de todo el conocimiento
ya acumulado en ciertos estratos de pensamiento.
Tales personas repiten como los loros, los pensamientos ya
expresados de otros en vez de ascender a una conciencia receptiva
donde Dios Mismo pueda dirigir sus pensamientos. Entonces, si
tal ser escoge desarrollar esos pensamientos, puede hacer de estos
pensamientos expresiones prácticas manifiestas en el mundo en el
cual vive. Cuánto más piense realmente un hombre, sin revolverse
con los pensamientos de los demás, tanto más rápida llega a ser
la acción vibratoria de su cuerpo mental; tanto más alerta está al
Patrón Divino; menos tal ser llega a ser víctima del pensamiento
de la masa del día. Usando así el cuerpo mental lo hace elástico,
alerta, activo y receptivo a la Inspiración Divina. Esta es la Ascensión
del cuerpo mental desde el pensamiento de la masa hacia
la recepción individual y creación individual de Ideación Divina.
EL AMADO KUTHUMI